lunes, 17 de junio de 2013
A PAPÁ- Narrativa breve-
A lo lejos se oye llegar el carruaje con canastos de pan.
Las mujeres aguardan la tibia hogaza que alimente su afán, al son de: - ¡Panadero, panadero- !
Juancito por las calles silbando va.
Mi abuelo Francisco, artesano del pan y la abuela Isidra, llegaron de Aragón, la vieja España, trayendo bagajes con emociones, sentires y remembranzas.
Tantas heridas, historias de arraigos, desarraigos, eran inmigrantes, hombres y mujeres, alejados de su terruño. Ellos, quizás, dejaron en ti, surcos de ahíncos: Hallar un trabajo, de la tierra, un pedazo para labrar y tener los frutos para saciar el hambre. En tanta soledad del desamparo ansiaban crear una familia, rodeada de un digno hogar. Mandatos sagrados, impulsores de aliento y esperanza. Me legaste con amor y rigor cada uno de ellos. La vida hogareña, y valores: el honor, la lealtad, honestidad, educación, el amor al trabajo, fueron las razones de tu vida y forman parte del acervo y la memoria familiar.
Día a día con disciplina kantiana y el lucero en lo alto, desde casa partías, llevando en tu termo de cuero, un humeante y rico café con leche, que con tanta paciencia preparabas mientras yo dormía.
Paso a paso, rumbeabas hacia la Puerta Norte de los Talleres del Ferrocarril General San Martín, -Sección Junín-. Desde allí caminabas hasta sus oficinas. ¡Tantos viajes compartimos, desde la estación de trenes hasta Buenos Aires!
Recuerdo tu luchas, el entrañable amor y gratitud a Perón, a Evita. Nos enseñabas que durante su mandato, el trabajo fue generosamente digno y productivo, los humildes supieron del respeto, conocieron de derechos. El pueblo entonces, paladeó la alegría de ser reconocido como protagonista de una nación respetada ...
Por los jardines y huertas , retumban, se asoman y albergan, tantas risas, llantos, caricias, aromas, sabores, lugares, en los cuales, brillaron y se poblaron mis días.
Tus manos fuertes empujaban mi cuerpo tímido, para que subiera los peldaños de la vida. Así, hasta el cielo, en tus brazos el alma de gozo se henchía.
Hoy siento que vuelvo a la casa del ayer, soy la niña alegre, mimosa, que viaja entre cuentos y juegos, y al caer la tarde, rendida me duermo abrigada en tu pecho, querido Papá.
Aquella Casona, esconde fantasmas y ángeles. Ellos cuentan, la epopeya aquella, sumando los días, tareas y fatigas. Vos y mamá, codo a codo, cuchara en mano, salpicando mezcla, ladrillo a ladrillo construyeron cimientos, paredes y techos. Entre llanto y risas, derramaron cariños y suspiros. Así se erigió nuestra Fortaleza, el Castillo, donde enarbolaba mis anhelos de princesa encantada.
En un rincón rezonga una milonga. Mis pasos dibujan un dos por cuatro. El corazón evoca quejidos, tus manos y tus pies me llevan marcando el compás y nos vamos rodando, rodando, sin fin, por la vieja calle que me vio partir, cargando valijas de sueños. Allí está mamá, agitando con nostalgia sus manos, pronunciando adioses que nunca serán.
Te vuelvo a ver contento, ensimismado en tus pasiones, sonríes y entre tus manos tiembla el viejo, impecable bandoneón de la inolvidable juventud, que te abrigó de sueños
Acordes de un tango, se oyen a lo lejos y dibujan muecas, late pulso a pulso el entrañable corazón, son tus brazos que otra vez, me llevan hasta vos.
- Papá, hoy voy caminando. Junto a mis amores, solcitos tibios de mis días, luceros de mis noches. Sí, papá te extraño y evoco. -Rindo homenaje a cada gesto heroico, sembrado por la estirpe y tu genio, aquellos viejos ardores y loores, justos reclamos, caricias y retos. Respiro tu aliento, siento las fatigas y hasta la ternura de los muchos esfuerzos.
Tu ejemplo perdurable, fue dejando huellas, hoy sostiene el presente acunando nuevos sueños
Algún día, sin duda, volveremos a encontrarnos, en la Casa Grande. Allá, al pie de la Colina. ¡Hasta entonces!
¡Te quiero Papá!
Elida I. Gimenez Toscanini
miércoles, 24 de abril de 2013
SER RAYO DE SOL
Se va la tarde,
me deja
llevando consigo
suspiros y quejas.
A paso reposado,
tranquilo, se aleja.
Yo quiero
marcharme con ella.
Ser rayo de sol,
eso quiero.
Despertar la aurora,
abrir las corolas
de las amapolas.
Besar los trigales,
entibiar el lecho
de los manantiales.
Ser rayo de sol,
eso quiero.
Hacer de la escarcha,
gotas de rocío
brillando en la hierba.
Abrigar los cuerpos
desolados, fríos.
Ser luz deslumbrante
cuando todo es tiniebla.
Tan sutil, discreta
la tarde me deja.
Y yo quiero irme con ella,
ser rayo de sol
que te abraza y te besa,
cada vez que amanezca.
Ser un sol precioso
que encienda tus venas,
ahuyente las sombras,
cual manto ardoroso
templando las horas heladas,
cuando llegue tu invierno.
Elida Isabel Gimenez Toscanini
martes, 23 de abril de 2013
ALBORADA
No habrá olvido,
las reliquias
de los cuerpos
que perdimos,
tan temprano
en cada herida,
retoñarán aladas
de savia
sin Otoño
porque son
como el árbol talado
que retoño:
Porque aún,
tenemos la vida*
Ellos
tan jóvenes,
tan nuestros,
al silencio,
por siempre
condenados
Sus voces,
ahora retumban,
su presencia
el aire perfuma
Mariposas brillantes
Ángeles custodios,
guerreros del espacio
volando a nuestro lado
Tanta sangre derramada,
tantas lágrimas vertidas
a la mar han nutrido
Sangre y lágrimas
convertidas
en soplos de briza,
hoy besan las mejillas,
de los que luchan y caminan
El cielo esparce la lluvia
refrescando
las almas agobiadas
Y al despertar el sol
florecen otra vez los campos
Entre la hierba brota
el alma de los muertos,
indignada,
reclamando a gritos
la justicia sepultada
Los corazones palpitan,
encienden jubilosos
las antorchas,
en las manos estrechadas
Es la luz anunciando
una nueva alborada,
por fin, nace la verdad,
es el milagro de la vida,
que explota en las miradas
*Versos de El Herido- de Miguel Hernández- Poeta español (1910-1942)
Elida Isabel Gimenez Toscanini
jueves, 21 de marzo de 2013
MI POESÍA
Templas mi alma,
enciendes mi espíritu
cual chispa divina
Eres mi llanto,
la risa
Mi canto,
la antorcha
que a mi paso
guías
¡Tú, amor mío!
con tu abrazo,
eres mi poesía
Elida Isabel Gimenez Toscanini
miércoles, 20 de marzo de 2013
ALGO DE MÍ
ALGO DE MÍ
Algo de mí en tu corazón habita
a pesar del tiempo y la razón
profundas huellas palpitan
Son sabores, aromas,
dulces melodías,
que en el alma tuya resucitan
Algo de mí persiste en tu corazón
como una prenda perfumada
olvidada en un cajón
Son palabras, suspiros,
Besos robados, besos prohibidos
Sensaciones, momentos
que en las noches largas
ansias locas
al cuerpo provocan
Algo de mí guardas en tu corazón
silencios, secretos que gritan
como cartas olvidadas
en un viejo buzón
Bajo un cielo diáfano
el sol del ocaso
temblando
esconde sus rayos
Como hojas resecas
Vuelan remembranzas,
brisas de melancolía
que evocan una querencia
soplando aromas de ausencia
Elida Isabel Gimenez Toscanini
"Una querencia tengo con tu acento una apetencia con tu compañía, una dolencia de melancolía, por la ausencia del aire de tu viento..." de Miguel Hernández- El rayo que no cesa- 1935
ALGO DE MÍ
Algo de mí en tu corazón habita
a pesar del tiempo y la razón
profundas huellas palpitan
Son sabores, aromas,
dulces melodías,
que en el alma tuya resucitan
Algo de mí persiste en tu corazón
como una prenda perfumada
olvidada en un cajón
Son palabras, suspiros,
Besos robados, besos prohibidos
Sensaciones, momentos
que en las noches largas
ansias locas
al cuerpo provocan
Algo de mí guardas en tu corazón
silencios, secretos que gritan
como cartas olvidadas
en un viejo buzón
Bajo un cielo diáfano
el sol del ocaso
temblando
esconde sus rayos
Como hojas resecas
Vuelan remembranzas,
brisas de melancolía
que evocan una querencia
soplando aromas de ausencia
Elida Isabel Gimenez Toscanini
sábado, 9 de febrero de 2013
DESVELO
DESVELO
Camino en el silencio
de la noche ardiente,
dejando en cada paso,
el rastro indeleble
de mis pies desnudos
Un soplo de brisa
roza mis mejillas
y refresca mi boca
Los árboles en eco
menean sus ramas,
mi alma, trémula
provoca mis sentidos
Acaso son caricias
que guardas
en tus manos,
y vuelan con ansias
de suspiros
O tal vez
sea un beso
incontenible,
despechado
que en tu boca
ha desbordado
hasta mi boca,
y al fin,
tanto derroche
de amor,
a ti te despertó
y a mi me desveló
¿Dime, sólo dime
esta noche,
qué pasó?
Elida Isabel Gimenez Toscanini
viernes, 1 de febrero de 2013
YO QUISIERA
Yo quisiera
esta tarde ardiente,
descalzos mi pies,
y mi alma, silente
liviana, desnuda
La mirada quieta
El paso sereno,
andar por la arena
sin miedo,
sin pena, quisiera.
Caminar despacio,
hasta que oscurezca
llevándose el sol,
su última huella.
Y sea mi aliento,
soplo del viento.
Mis brazos al cielo,
escribir con las nubes,
mis versos quisiera.
¡Ay, si pudiera!
Treparme al lucero
allí, gritar que te quiero,
sólo eso, tan solo
yo quisiera.
Elida Isabel Gimenez Toscanini
ESCENAS DE LA ESPERA TRÁGICA-
JUNTO AL ELENCO DE BUSCANDO A SIRIPO 2012-
ESCENAS DE LA ESPERA TRÁGICA-
DE EDUARDO PAVLOVSKY-
GRUPO TEDRYS 2012
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