Hay tanta canela en tu corazón, que podria decirse que con cada latido perfumas mi alma en tus abrazos . .
Tus manos oradan la tierra hasta romper su virginidad y fecundar así el humus vital, que parirá jugosos frutos, aromáticas hierbas, policromáticas flores. Tan perfumadas como los furtivos y cadenciosos besos bajo un sutil sol de otoño . . .
No te digo adiós, te digo hasta luego amor . . .
Cuando en la noche la luna columpie las sombras, mis manos como dos pájaros atrevidos, volarán a tu cintura, hasta ceñir el deseo . . .
...en un lugar y un tiempo del Universo aguarda una casa toda blanca con ventanas azules mirando el mar, un hogar con sus leños crepitando en el invierno.
Bordean jardines adornados con glorietas trepadas de jazmines, caminitos encontrados cercados por macizos salpicados de flores matizadas de violeta y amarillo.
En el patio las madreselvas tapizan los rincones y las glicinas colgando caprichosas destilan sus fragancias en las noches brillantes.
La luna se asoma y los sueños se despiertan con el sonido sibilante de los grillos..
Se respira la ternura de los versos... el rasguido de una guitarra entona una dulce melodía los soplidos del saxo traen del recuerdo viejos blues
Late el amor en cálidos besos
Los árboles mecen los nidos donde guarecen los pájaros sus crías.
En la mañana el sol acaricia la huerta el viento trae perfumes de albahaca y tomillo
Los trinos sacuden la modorra, agudizándose en cada abrazo.
Un horno de barro humeante, sabe a desayunos con sabor a chocolate y pan casero, a tortas de manzana canela y vainilla.,
Un casa en un lugar y un tiempo del Universo que sabe de caricias y de abrazos...
Una casa toda blanca que huele a ternura, manzana canela y vainilla...
Elida Gimenez Toscanini